martes, 14 de febrero de 2017

14 de febrero



                                                         Feli Maldonado



14 de febrero

La sonrisa se iluminó

sobre el rostro

como un cálido verano,

se extendió hasta el fin de su cuerpo

como una onda sobre un lago.



El silencio tan honorable

vivía en aquel ser.

Como la noche en el día

como el agua en el mar

como el amor en mí.



Solo el dedo atravesó el espacio

ahora erótico y caliente

y encontró la suave piel

que acogió la caricia  y la mano

en el entono el suave

en el gorjeo de una nana

en el espacio ahora en consonancia

con la música compartida.

Fue eco y a la vez amante

del interludio salado de los besos.



La suave piel iba dejando espacio

a la húmeda caricia del deseo.

De la cavidad ambigua de la boca

hasta el hueco cóncavo del oído

las caricias ahora rociadas

o secas

eran testimonio eterno

del deseo compartido.



Un  paisaje perpetuamente recorrido

de suspiros, complicidades, deseos.

                                                                              Silencios.



Son la eterna riqueza

del amor

que se destila

en años de eterna pasión compartida.

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