Ramón Llorente Varela |
Defensor del Ciudadano de Gerona.
Ramón no olvida sus raíces alpujarreñas.
Con sentimiento y emoción, un año más, muchas personas subiremos al castillo de Montjuic, el día 24 de septiembre, para celebrar el reencuentro de muchos gerundenses que, llegados del resto de España, no olvidamos nuestras raíces ni nuestro paso, o el de nuestros padres o abuelos por el castillo de Montjuic. Dificultades y problemas de toda clase no pudieron impedir que nuestra pequeña historia quedara enterrada por el olvido y el desprecio hacia lo que era considerado por el sistema como una lacra o epidemia que había que ocultar y silenciar. La ciudad de Girona tiene una gran deuda con aquella multitud de personas, que llegadas de muchos pueblos de Andalucía y Extremadura, eran trabajadoras honradas, y que con su trabajo contribuyeron ejemplarmente al progreso social y económico de esta tierra.
Con distintos acentos y varios orígenes, nos une la voluntad de recordar nuestro pasado, con agradecimiento a la tierra y la gente que nos recibieron. El ejemplo de nuestros padres y abuelos nos anima a actuar como personas de bien. Ellos sufrieron enormes problemas, pero trabajaron con esfuerzo para salir adelante y procurarse lo necesario, sin esperar que nadie se lo regalara, y manteniendo la esperanza de abrir y ganar un futuro mejor para sus hijos.
Ahora son otros tiempos. Pero siguen siendo necesarios los principios y los ideales que en Montjuic se hicieron presentes: el trabajo, el esfuerzo, la mejora de cada uno de nosotros, el sentido de la justicia, la honradez y la imprescindible solidaridad, que son la base para conseguir una sociedad más humana y justa. Nosotros sabemos lo que son barreras de todo tipo, económicas, sociales, culturales, pues las hemos vivido en nuestras propias carnes, y las hemos superado. Y tenemos claro que ninguna bandera, ningún escudo ni ninguna consigna nos harán olvidar nuestra procedencia ni nos separarán del resto de nuestros conciudadanos.
No podemos olvidar que lo más sagrado de este mundo es la dignidad de la persona, sin distinción por razón de raza, de color, de lengua o de creencias, y que sólo desde el amor y la bondad se construye. Desde el odio sólo se destruye, se crea división y se siembra la discordia.
Como decía, ya hace un año, la humanidad es como una gran familia, y toda barrera es una traba que condiciona y limita tal realidad. Nuestra fiesta es un granito de arena para seguir construyendo puentes y trabajar por una humanidad más solidaria y justa. El próximo 24 de septiembre volveremos a celebrar en el castillo de Montjuic la fiesta de los que allí vivimos en tiempos difíciles y los que comparten con nosotros la bondad y la ilusión por un mundo mejor. Es una gran fiesta de Girona. Os esperamos.
RAMON LLORENTE VARELA
Este artículo saldrá el próximo domingo en diario de Gerona.
http://www.piabosch.cat/en-suport-i-defensa-de-ramon-llorente-defensor-de-la-ciutadania-de-girona/