Ahora, ¡a cazarlo! |
Lo traspuso a los pinos |
Y Paco lo encajó en la copa de un cedro |
La mirada fija en el boli, suspendido sobre la maruca |
Pepe Luís le arreó un buen castañazo, pero Daniel lo cazó al vuelo |
Para estilo, Cádiar |
Luís se lo tomó con ganas |
No rompió el boli de milagro |
El giro quedó muy elegante |
Antonio avisa para que se quiten delante |
¡Paco, cuidao con la vara! |
Y Eloy se llevó el trofeo. Era de laurel |
El arbitro, juez y parte, impoluto en su faena, fue apabullado por el desconocimiento y la codicia de la plebe. ¿Quién ganó? Qué importancia tiene eso.
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