Quiero cantar de la Alpujarra altiva,
porque lo exige mi naturaleza,
el severo perfil de su belleza
y de su luz la sombra fugitiva.
Quiero saborear a la deriva
cordillera de la Contraviesa,
sus vinos de color tristeza
y sus almendras de mirada esquiva.
Que no puedo vivir sin la armonía
de sentir la ebriedad de tu cintura
y el dolor de tus sueños, ¡tierra mía!
Tierra donde nací por mi ventura
y donde acabaré mi singladura
a punto ya de declinar el día.
porque lo exige mi naturaleza,
el severo perfil de su belleza
y de su luz la sombra fugitiva.
Quiero saborear a la deriva
cordillera de la Contraviesa,
sus vinos de color tristeza
y sus almendras de mirada esquiva.
Que no puedo vivir sin la armonía
de sentir la ebriedad de tu cintura
y el dolor de tus sueños, ¡tierra mía!
Tierra donde nací por mi ventura
y donde acabaré mi singladura
a punto ya de declinar el día.
Poema de Enrique Morón que aparece en la revista “EntreRíos”, edición de primavera-verano de 2013. Este soneto también puede leerse en un monolito de Cádiar, cuna del autor.
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